Introducción
¿Es posible conocer a Dios de cerca?
¿Desea Dios que nos acerquemos a Él?
¿Está usted dispuesto a acercarse más a Dios?
Dios anhela y aprecia tener una intimidad profunda con el hombre. Recordemos lo que a Él le costó. ‘Dios nos amó tanto que nos dio a su Hijo, para salvarnos’ “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)
Cuando piense que está haciendo un enorme sacrificio al separar un tiempo para leer la Biblia y para orar porque tiene que cortar algunas de sus actividades favoritas, recuerde que Dios hizo un sacrificio mayor para que usted pueda acercarse a Él.
Dios desea pasar tiempo con el ser humano. Esa fue la razón principal de la creación del hombre. Dios tenía ángeles que le servían y la naturaleza declaraba su Gloria pero Dios quería a un amigo, alguien con quien compartir su amor. Es asombroso saber que Dios no solo desea la intimidad con sus hijos, también, pondrá de su parte para que cualquier persona que desea estar con Él lo logre. Quiero decir con esto que, siempre y cuando nosotros hagamos planes para encontrarnos con Dios, Él va a poner todo su poder y voluntad para facilitar ese encuentro.
Dios nos invita a la intimidad cuando nos dice: «Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.» (Hebreos 4:16)
Podemos acercarnos a El confiadamente, con seguridad que Él nos va a recibir con misericordia y nos va a dar el oportuno socorro gratuitamente. Nosotros nos acercamos a Dios, y Él nos bendice grandemente. No podemos recibir el oportuno socorro sin el deseo de acercarnos.
La intimidad con Dios se puede comparar con la intimidad entre las personas. Tenemos conocidos, amigos y amigos íntimos. No todas las personas que conocemos las tratamos igual, eso depende de nuestro grado de intimidad o de confianza con ellas. Con Dios pasa algo parecido, todos los cristianos no están en el mismo nivel de intimidad con El, unos están más cerca que otros. ¿A qué se debe eso? Bueno, Dios ama a todos por igual pero, no todos aman por igual a Dios. Hay cristianos que desean conocer a Dios más que otros. Es un asunto de prioridades.
El salmista dice: “A ti levanto mis manos en oración; tengo sed de ti como la tierra reseca tiene sed de lluvia.” (Salmos 143:6) Hay otra versión que traduce este versículo de la siguiente manera: “A ti extiendo mis manos; mi alma te anhela como la tierra sedienta.” (Nueva Biblia de las Américas. NBLA)
Dios nos invita a buscarlo aislado de toda distracción. Jesús lo hacía con frecuencia, se apartaba a orar. Al hombre carnal le gusta la multitud pero el hombre espiritual aprecia la soledad porque en ella encuentra la oportunidad para encontrar a Dios.
“Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.” (Mateo 6:6 NTV)
Note el consejo bíblico: 1) apártate a solas, 2) cierra la puerta, 3) ora a tu Padre en privado.
Una cosa he notado, que el cristiano que ora en privado no necesita hacer largas oraciones en público.