¿Qué es duelo? Duelo, es el dolor y sufrimiento emocional y posiblemente espiritual y/o físico, que podemos experimentar por la pérdida de alguien o algo importante y de valor para nosotros. Por ejemplo; cuando perdemos un juguete, cuando perdemos amistades al movernos lejos de ellas, o ellas lejos de nosotros, cuando perdemos a una novia(o), o tenemos divorcio. Cuando perdemos el trabajo o el dinero en la cuenta del banco; nuestra salud, a un ser amado, y/o cuando perdemos control de nuestra vida, o perdemos el sentido a nuestra vida.
El primer ejemplo, perder un juguete, es a propósito el primer ejemplo. ¡Es necesario que nosotros los adultos entendamos que los niños también pasan por dolor y sufrimiento emocional! De esto hablaremos más en el resumen; los niños, también pasan por duelo.
Cuando tenemos pérdida, podemos experimentar este fuerte y doloroso sufrimiento emocional - duelo. ¿Qué es lo que nos puede suceder cuando perdemos a alguien o algo importante y de valor para nosotros? Cuando nuestra pérdida es grave, relativamente hablando, nos podemos encontrar en una dolorosa inestabilidad emocional y posiblemente espiritual y/o física. Ciertamente, entramos en el doloroso proceso de la jornada llamada, duelo.
Quiero decir desde el principio, que yo creo que el duelo es un regalo de Dios. ¿Regalo? Si, regalo. Un regalo que no queremos por la obvia razón de ser doloroso. Regalo porque dentro de la jornada del duelo podemos adquirir sabiduría y madurez para nuestras vidas, y nos podemos hacer más fuertes -emocional y espiritualmente hablando. Un regalo, porque el carácter de nuestro ser se eleva y se profundiza en la comprensión de la vida. Un regalo porque dentro del duelo, podemos encontrar un sentido a nuestra vida y recuperar la confianza de que hay propósito a nuestra existencia, después de todo. Un regalo, porque el trabajo y la lucha que realizamos dentro de su proceso, nos ayuda a tener una perspectiva de la vida más sana y más sólida, un regalo porque podemos descubrir quien realmente somos, un regalo porque nos hacemos más aptos para enfrentar la siguiente etapa de nuestras vidas, un regalo, porque después podemos caminar con y ayudar a, nuestro prójimo. Quien también se encuentre en el mismo camino -el doloroso y sagrado camino al amparo de Dios, por el cual ya hayamos caminado, y un regalo, porque si Dios nos hiso a su imagen y también Dios sufre desconsuelo, “Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, en quien fueron sellados para el día de la redención”. Ef.4:30., entonces, vivimos bajo su amparo dentro de la jornada de nuestro duelo, dentro de la jornada del regalo de Dios. El amor de Dios nos acompaña en el doloroso vacío que tenemos o sentimos mientras nos ajustamos y aceptamos nuestra nueva realidad. “Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón, él salvará a los contritos de espíritu”. Sal.34:18 Si queremos y le dejamos, -Dios nos ayuda a sanar más plenamente a través de este proceso, y por eso nuestro duelo, es un regalo de Dios.
Llegar a razonar como peregrinar dentro y a través de este regalo, es lo que pretendo que todos podamos aprender. Que podamos aprender el proceso y lo natural que es el dolor que todos los seres humanos experimentamos al encontrarnos dentro de esta jornada en nuestras vidas, esta jornada llamada, duelo.
Admito, ¡Nunca es fácil pasar por duelo! En mis propias experiencias he sufrido gran depresión y un sin fin de dolores emocionales fuertes. Mas, sin embargo, puedo decir que cada vez he salido de la jornada de mi duelo más apto para enfrentar la siguiente etapa de mi vida.
Así que, quisiera alentarnos a trabajar y a luchar dentro de la jornada de nuestro duelo, a través de estas diez etapas que repasaremos aquí. Ha sido confirmado en investigaciones científicas y ha sido mi experiencia y la experiencia de muchos otros, que haciendo esto, podremos recuperarnos y restablecernos a nuestras vidas cotidianas, más sanamente.
¡En esta vida, todos pasamos por pérdidas y dolor! Todos pasamos por el proceso del duelo. Cómo asimilamos estas experiencias, depende mucho de nuestra perspectiva de la vida, de nuestra personalidad, de la gravedad de nuestro duelo, de nuestro entendimiento del duelo, y de otros factores en nuestra vida actual.