CAPÍTULO 1
¿QUÉ ES LA HERMENÉUTICA?
La mejor manera de introducir el tema de la hermenéutica es planteando la pregunta: ¿Qué es la hermenéutica y por qué es importante para las ciencias sociales, la literatura y la teología bíblica? Según Jens Zimmermann en Hermeneutics: A Very Short Introduction to Hermeneutics (Hermenéutica: Una Introducción Muy Breve) y su resumen de su libro, hermenéutica significa interpretación. Luego, plantea la pregunta: “Pero ¿cómo y por qué interpretamos?” Zimmermann cree que la hermenéutica es el arte de entender y de hacerse entender. La comprensión puede estar guiada por principios analíticos, pero no puede reducirse a ellos. La comprensión requiere arte más que una ciencia regida por reglas. La hermenéutica es también el nombre de la disciplina filosófica que se ocupa de analizar las condiciones para la comprensión. Zimmermann argumenta que las condiciones universales para la comprensión humana se dividen en tres áreas: la naturaleza de la conciencia, la naturaleza de la verdad y la importancia del lenguaje. El arte y la ciencia de la hermenéutica no se limitan al campo de la teología, pero para los fines de este análisis, este documento se enfocará únicamente en la hermenéutica en el campo de la teología.
En el ámbito de la teología, los estudiosos bíblicos usan la palabra hermenéutica para referirse al significado y la interpretación. Aunque los orígenes de la hermenéutica son algo inciertos, el término hermenéutica se remonta a la figura griega antigua de Hermes. El origen e historia de la palabra hermenéutica provienen de un personaje mitológico y dios ampliamente venerado que vivió en la antigua Grecia, llamado Hermes. David Jasper, en A Short Introduction to Hermeneutics (Una Breve Introducción a la Hermenéutica), dice que Hermes era conocido por su habilidad con la palabra hablada y era un intérprete alado con sandalias doradas de los dioses. La astucia y mente aguda de Hermes lo convirtieron en un maestro de las palabras. Esta capacidad para hablar, interpretar y revelar la palabra hablada cautivó a Zeus. Según la mitología griega, la elocuencia y talento de Hermes fascinaron tanto a Zeus que fue nombrado el mensajero principal de los dioses. Hermes tenía un don especial para expresar y revelar los mensajes, misterios y significados secretos de los dioses desde el Monte Olimpo a las personas en la Tierra. Su atletismo y velocidad le dieron el poder de cerrar rápidamente la brecha comunicacional entre el reino celestial y el terrenal. En otras palabras, en la hermenéutica, el Hermes bíblico y teológico debe ser interpretado con precisión. Deben interpretar y entender correctamente el texto bíblico y las Sagradas Escrituras en su forma original. Jasper cree en comprender la naturaleza del texto y cómo lo interpretamos y usamos, especialmente en relación con la Biblia, una colección de textos antiguos con una autoridad distintiva y perdurable que merece nuestro máximo respeto. La forma en que leemos y entendemos la Biblia ha cambiado constantemente a lo largo de su historia, tanto en las tradiciones judía como cristiana. La persona que se dedica a la hermenéutica bíblica debe entender que está divinamente llamada a ser un intérprete del Dios monoteísta de la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento). Esta es una tarea sagrada, que requiere que manejen los mensajes salvíficos y celestiales de Dios con sus misterios y significados secretos, permitiendo que el Espíritu Santo los revele desde el cielo a las personas en la Tierra. Este mensajero de Dios, a través de una interpretación habilidosa, cierra la brecha comunicacional entre lo divino e invisible y lo mortal y visible. En griego clásico, la palabra “hermenéutica” significa aquel que interpreta, explica y traduce los mensajes de Dios a las personas. Según Jasper, el intérprete debe poner en palabras aquellos misterios que estaban más allá de la capacidad de expresión humana. Él dice elocuentemente que sin tal mensajero, ¿cómo se comunicarían estos dos reinos entre sí, y cómo se superaría la brecha en la comprensión entre los dioses y la humanidad? En otras palabras, el estudiante/intérprete que realiza hermenéutica con fidelidad debe situarse teológicamente entre dos reinos y explicar o revelar las cosas que están ocultas de lo sobrenatural a lo natural.
Desde una perspectiva teológica pentecostal de la Unicidad, afirmo que Jesucristo encarna nuestro Hermes espiritual y bíblico, una visión respaldada por el uso riguroso de la hermenéutica pneumatológica y cristológica. Esta convicción está profundamente arraigada en la naturaleza divina de Jesucristo. El Dios del Antiguo Testamento, que es Espíritu (Jn. 4:24), se manifestó en carne durante el Nuevo Testamento para cerrar la brecha entre lo sobrenatural y el reino natural (1 Tim. 3:16). Este acto profundo se ilustra poderosamente en el momento en que el Verbo se hizo carne (Jn. 1:14). Se presenta como la demostración suprema del papel de Dios como Hermes, revelando Su naturaleza trascendente a la humanidad. En las palabras del apóstol Pablo: “… y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén” (Rom. 9:5). En la cristología, se entiende que Jesucristo posee dos naturalezas: la divina (Espíritu) y la humana (carne). Estas dos naturalezas significan que Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo mismo (2 Cor. 5:19). El apóstol Pablo describe a Cristo como la imagen del Dios invisible (Col. 1:15). La importancia de esta teología hermenéutica pentecostal radica en su afirmación de que la Biblia revela el descenso de Jesucristo del cielo a la Tierra para iluminar a la humanidad con el camino, la verdad y la vida (Jn. 14:6). A través de Jesús, Dios no solo se explica, sino que también se interpreta y se hace comprensible para la frágil humanidad. En las palabras de Jasper, Hermes fue el intérprete que articuló los misterios divinos más allá de la expresión humana. Los pentecostales de la Unicidad creen que en Jesucristo, Él actúa como el intérprete divino, revelando y aclarando los misterios celestiales, haciéndolos así comprensibles para la humanidad. En la mitología griega, Hermes tenía un don especial para expresar y revelar los mensajes, misterios y significados secretos de los dioses desde el Monte Olimpo a las personas en la Tierra… para cerrar rápidamente la brecha comunicacional entre el reino celestial y el terrenal. La hermenéutica pentecostal presenta un desafío profundo a las creencias tradicionales sobre Jesucristo. Afirma que no fue simplemente un mensajero, sino que estaba singularmente dotado para revelar el mensaje, el misterio y el propósito divino del único Dios verdadero de Israel.