CUANDO LLEGA LA MUERTE, DIOS SE MANIFIESTA

Este libro es un testimonio del poder de Dios para sanar el corazón herido al experimentar el luto por la muerte de un hijo, y un hijo muy joven. La tristeza y el dolor que se siente al perder un ser querido es algo que no se puede realmente explicar con palabras. El sufrimiento es tanto, que no hay nada que pueda consolarte o aliviar el profundísimo dolor del alma. Sin embargo, en mi caso, fueron el amor, la gracia, el favor y la misericordia de Dios, los que me consolaron. Esto se manifesto a través de muchas personas que Dios uso para ayudarme: ellas oraban por mi, me daban regalos y me enviaban mensajes muy reconfortantes. Tambien, por mi parte, fue la lectura de las sagradas escrituras y la oración las que contribuyeron para que finalmente mi corazón sanara despues de soportar tanto dolor. En seguida comparto una pequeña parte del contenido del libro: “En el camino hacia el aeropuerto, aproximadamente como una hora después de las dramáticas llamadas telefónicas, el Señor Jesús puso en mi corazón el siguiente versículo bíblico: Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4. Yo supe en ese momento que mi hijito estaba muerto. Es muy difícil explicar exactamente lo que yo sentía en esos momentos porque mis emociones estaban tan confundidas. Por un lado, estaba en estado de profundo choque emocional y estupefacción; por el otro, estaba experimentando serenidad, fortaleza y una calma sobrenatural. ‘Tú estarás conmigo,’ sonaba y resonaba en mi mente y corazón, una y otra vez. Creo que esta es la manera en que el Señor Dios me estaba asegurando que Él estaba conmigo hasta el final de esta prueba. ¡Y Él estaba conmigo! Sentía a Dios en mi corazón; y, donde está Dios, allí hay paz, fortaleza, consuelo y serenidad, ¡aún en medio de la agonía de la muerte de un amadísimo hijo! Conforme pasaba el tiempo empecé a reconocer que nadie puede cambiar el pasado, ni siquiera Dios. Pero también comprendí que solamente Dios podría sanar mi alma herida, si yo se lo pedía de todo corazón.” Y, ¡Dios lo hizo! El sano mi quebrantado corazón! De este y otros temas se trata este libro. Doy algunas sugerencias de cual seria la ayuda que usted podría brindar a sus familiares o amistades o personas que esten sufriendo un luto; es decir, como puede usted ayudar y aliviar el dolor en estos momentos tan tristes y difíciles para las familias del difunto o la difunta. Sigo rogando a Dios por todos los que lo lean, para que Él toque sus corazones, los sane y tengan paz al aceptar la voluntad de Dios, por difícil que esto sea.